Friday, April 11, 2008

El castillo de cristal, Jeannette Walls.

Una noche, camino a una fiesta y en el interior de un taxi, Jeannete descubre a su madre hurgando en un contenedor de basura en Nueva York. Este es el inicio de esta terriblemente divertida y contundente novela de la escritora norteamericana Jeannete Walls.
A través de las páginas de la novela conocemos la historia de los Walls, familia white trash pero con un alto dominio de la autoestima, el placer por vivir y la locura. "Mi madre se ponía a leer a Faulkner, Heminway y se disculpaba con nosotros al decir que sabía que esa no era buena literatura". Un padre alcohólico pero con un gran sentido de la rebeldía y la ciencia, una madre más preocupada por sí misma, pero al mismo tiempo, que inculca a sus hijos a ser independientes, es el marco en el que se desarrolla la educación sentimental, moral y más de la novela.
Vemos cómo Rex Walls se roba a su hija del hospital después que ésta se quema con agua caliente, cómo llegan a vivir a una estación de trenes abandonada, cómo se convierten en herederos de una enorme casona en Phoenix y lo dejan todo para irse a Walch, un pueblo minero pobre en Virgina, donde se convierten en los mas pobres de los pobres. Y ante esa pobreza económica y a veces espiritual, surge siempre la emoción de construir un verdadero castillo de cristal que lo saque de todos sus problemas.
No sé qué más decir de esta excelente novela. Me hizo reír, me hizo sentir una puñalada en el corazón, me hizo quedarme intrigado, como en el capítulo donde Jeannete cuenta que no tenía para comer y ella se robaba la comida de la basura y al llegar a casa, encuentra a su madre escondida, comiéndose una enorme barra de chocolate y se excusa es: perdonen, hijo, pero así como su padre es adicto al alcohol, yo lo soy a los azúcares.
Vaya, excelente novela. Aún no llega a México, pero en junio podrá conseguirse en todas las librerías publicada bajo el sello de SUMA de letras, de editorial Santillana.

Wednesday, March 12, 2008

Malinche, Laura Esquivel

Todo escritor mexicano, asumo, en alguna parte de su vida como lector y cazador de historias, se interesa por escribir "su novela" sobre la conquista. No es para más. La conquista es un territorio épico, tal vez, nuestro último territorio épico, porque la independencia y el resto de las parafernalias históricas que nos endilgan la historicidad nacional y gubernamental siempre pueden estar falladas o prestarse a intereses de otra índole.
Y si hay un personaje interesante durante toda esta época, esa es la Malinche, o Malinalli. ¿Qué es lo que hace Laura Esquivel con este personaje histórico? Algo muy sencillo pero al mismo tiempo, fabuloso: reconstruírlo, darle una nueva voz y sobre todo, darle una sensibilidad propia. Que no se engañe el lector al pensar que en Malinche encontrará a una mujer malvada, traidora y cargada de esas imposiciones históricas que pueden caber tan bien en un personaje tan controvertido como Malinalli (Malinche era en realidad Cortés, ya que Malinche significa, "El señor de Malinalli".)
En esta novela Esquivel dota a Malinalli de una visión profunda sobre la cultura, con dudas, con miedos, con preocupación, con nostalgia y al final, hace una especie de cambio de estafeta entre las deidades prehispánicas y las nuevas deidas. "Yo soy el nuevo mundo", le dice Malinalli a su madre, quien la había abandonado a su suerte de pequeña, vendiéndola a unos comerciantes, pero después, la misma Malinalli termina cediendo que en realdiad, sólo cambiará ese mundo de forma, pero seguirá siendo el mismo mundo.
Malinche es un canto a lo indígena y una nostalgia viva, sobre todo, en la última orden de Cuauhtemoc a su pueblo: "Que los padres y las madres no olviden decir a sus hijos lo que ha sido hasta hoy el Anáhuac al amparo de nuestro señor del cerca y del junto, nuestro señor Ometeotl-Ometecuhtli, y como resultado de las costumbrs y de las enseñanzas que nuestros mayores inculcaron a nuestros padres y que con tanto empeño éstos inculcaron en nosotros. Tampoco olviden decir a sus hijos lo que un día deberá de ser este Anáhuac para todos nosotros. Después de estar larga noche surgirá el sexto sol que será un sol de justicia."
Así que, esperemos el sexto sol. Al menos las palabras de los que fue este Anáhuac vienen en Malinche.
Editorial: SUMA de letras
País: México
p. 244

Nacida del hielo, Nora Roberts,

Nacida del Hielo es apenas la primera parte de la trilogía de las hermanas Conccanon. Irlandes, dedicadas a la familia o al arte, leer la vida de estas hermanas es asomarse en un plácido mundo feliz, donde inclusola infelicidad, termina atenuada por un mejor futuro. Nacida del hielo, en sí, cuenta la historia de Brianna o Brie Conccanon, su soltería y la relación tormentosa que mantiene con su madre, Maeve, para quien la iglesia es todo lo que debe de existir en el universo.
Brie tiene un hotel rural llamado Blacktorn Cottage, y es, literalmente, una delicia imaginarse ese hotel enclavado en la campiña irlandesa, junto a un invernadero, vecinos amigables y un horno siempre dispuesto para todo el tipo de tartas, pays, empanadas y carnes en su jugo, mientras la protagonista se ensarza en una pelea de conquista y amor con Graysson Thane, un escritor de bestsellers que huye siempre de sí mismo y escribe.
¿Novela sin grandes pretensiones? Sí, pero novela que se deja leer con mucha facilidad, con mucho gusto, sin tanta alaraca literatosa, pero sí, con una buena intención de simplemente contar una historia amable al lector. Ampliamente recomendable si lo que uno quiere es evadirse ¡a gustooooo...! como dice mi hermana R.
Editorial: SUMA de letras.
País autora: Estados Unidos.
Paginas: 544